Una esperada y especial reanudación de sus funciones después del paro, tuvo el Centro de Salud Familiar (Cesfam) Las Compañías, de La Serena, gracias a los trabajos de remodelación del establecimiento, realizados por los propios funcionarios.
Las obras, consistentes en pintura y decoración de gran parte del interior del recinto de salud primaria, fueron ampliamente valoradas por los usuarios, quienes se reencontraron con un espacio más acogedor y hermoso del que conocían hasta hace unas semanas.
Este esfuerzo por mejorar las condiciones del antiguo Cesfam (casi 4 décadas de existencia) comenzó, según relató su directora Carolina Puga, “con una idea de mejorar la sala de espera para niños, pero, de a poco, nos dimos cuenta que podíamos hacer más y, como el paro fue por y para la gente, los funcionarios se motivaron en traer pinturas, pinceles, rodillos y así logramos abarcar hasta un 95% del Cesfam y darle una nueva cara al establecimiento”.
La recepción de los usuarios fue notable. “La gente, cuando entró, notó de inmediato un nuevo ambiente. Llegó sin ninguna actitud agresiva, más bien cálida y contenta. Los días de paro también tuvimos pacientes, ya que en ningún momento dejamos de atender, y ellos vieron los trabajos y hasta subieron fotos a sus redes sociales. Fue muy agradable y lo bonito de todo es que se trabajó en equipo, con funcionarios de todos los estamentos”.
Uno de ellos fue el administrativo Raúl Cortés, quien además de empeño, hizo gala de su talento artístico para dibujar y decorar un mural con motivos infantiles en una de las salas de espera del recinto.
El subdirector del Cesfam Las Compañías, Ignacio Díaz, destacó que una semana tomó a los funcionarios hermosear los sectores “Rojo” y “Azul” y salas de espera del establecimiento, experiencia que esperan repetir en el futuro cuando la ocasión lo amerite.
Las obras, consistentes en pintura y decoración de gran parte del interior del recinto de salud primaria, fueron ampliamente valoradas por los usuarios, quienes se reencontraron con un espacio más acogedor y hermoso del que conocían hasta hace unas semanas.
Este esfuerzo por mejorar las condiciones del antiguo Cesfam (casi 4 décadas de existencia) comenzó, según relató su directora Carolina Puga, “con una idea de mejorar la sala de espera para niños, pero, de a poco, nos dimos cuenta que podíamos hacer más y, como el paro fue por y para la gente, los funcionarios se motivaron en traer pinturas, pinceles, rodillos y así logramos abarcar hasta un 95% del Cesfam y darle una nueva cara al establecimiento”.
La recepción de los usuarios fue notable. “La gente, cuando entró, notó de inmediato un nuevo ambiente. Llegó sin ninguna actitud agresiva, más bien cálida y contenta. Los días de paro también tuvimos pacientes, ya que en ningún momento dejamos de atender, y ellos vieron los trabajos y hasta subieron fotos a sus redes sociales. Fue muy agradable y lo bonito de todo es que se trabajó en equipo, con funcionarios de todos los estamentos”.
Uno de ellos fue el administrativo Raúl Cortés, quien además de empeño, hizo gala de su talento artístico para dibujar y decorar un mural con motivos infantiles en una de las salas de espera del recinto.
El subdirector del Cesfam Las Compañías, Ignacio Díaz, destacó que una semana tomó a los funcionarios hermosear los sectores “Rojo” y “Azul” y salas de espera del establecimiento, experiencia que esperan repetir en el futuro cuando la ocasión lo amerite.
