María Isabel Arancibia Pinto es, a sus 73 años de edad, una de las habitantes más conocidas dentro de la localidad rural de Quebrada de Talca, al interior de La Serena. De hecho, ocupa el cargo de tesorera dentro de la Junta de Vecinos del poblado. Sin embargo y a pesar de sus innatas capacidades de liderazgo, las que también ha demostrado como apoderada en el Liceo Gabriela Mistral, admite que le falta algo importante para validarse ante sus pares.
“Yo no sé leer y algo sé sumar. Pero para mí es muy importante aprender, porque soy dirigente social. Lo he sido muchas veces, pero quiero demostrarle a quienes me critican por no saber leer que sí puedo ser dirigente”, enfatiza la vecina.
Reconoce que, a su edad, no está en las mejores condiciones de salud para estudiar, pero recalca que no claudicará en su objetivo.
“Mi esposo, antes de fallecer, me dejó una meta: estudiar. Y aunque estoy muy enferma, he venido a la escuela, porque es una oportunidad maravillosa que se nos da. Acá mucha gente no la aprovecha, pero yo sí quiero”, aclara.
Como la señora María, en La Serena y en el país existen muchas personas que, por distintos motivos, no han terminado sus estudios regulares, lo que, además de implicar una merma en las posibilidades de crecimiento de las personas, aumenta la brecha de nuestro país en su camino hacia el desarrollo.
5 MILLONES
Las estimaciones más cercanas a la realidad apuntan a cifrar en más de 5 millones las personas que en Chile tienen sus estudios regulares inconclusos.
Según el director del Centro de Educación Integral de Adultos CEIA “Ester Villarreal”, de La Serena, Claudio Rivera Mancilla, las personas que no han completado sus 12 años de escolaridad sumarían, según el último CENSO, alrededor de 5 millones 200 mil.
Dicha cifra, advierte el director del CEIA, se sitúa dentro de los 8.300.000 individuos que, entre 15 y 63 años de edad, componen la masa laboral en Chile. En consecuencia, recalca Claudio Rivera, “tenemos más del 50% de la masa laboral chilena que no ha terminado su escolaridad”.
De ahí, enfatiza, la importancia que la educación de jóvenes y adultos reviste no sólo para las propias personas que la necesitan, sino también para el país y sus aspiraciones de alcanzar el desarrollo.
“Tenemos un desafío importante con esta modalidad educativa y con disminuir la brecha para sustentar un desarrollo armónico en el país”, señala Rivera.
En tal sentido, el director destaca el trabajo que La Serena está realizando, en cuanto a responsabilizarse por este sistema educativo.
“Creo que es muy importante lo que ha iniciado la nueva administración de la Corporación Municipal, en términos de asumir una responsabilidad pública, de Estado, en esta modalidad educativa que estaba en manos del sector privado”, opina.
La decisión política, destaca Rivera, “consistió en recuperar, como un derecho social, la garantía de calidad y de cobertura de esta modalidad educativa”.
COBERTURA Y CALIDAD
En 2013, y en respuesta a un sentido requerimiento de la comunidad, la administración municipal que lidera el alcalde Roberto Jacob Jure, y el secretario general de la Corporación Municipal Gabriel González Videla, Rodrigo Valenzuela Muñoz, pusieron en marcha un proyecto de Fortalecimiento de la Educación de Jóvenes y Adultos.
Partió en marzo del mismo año, con la creación, en una primera fase, de 7 sedes de cursos paralelos, ubicados en puntos estratégicos, tanto urbanos como rurales, de toda la comuna.
Una de esas nuevas sedes fue Quebrada de Talca, recinto hasta donde hoy llegan a estudiar, cada tarde y noche, más de 40 jóvenes y adultos.
Sergio Ortiz Olivares, coordinador de esta sede, destaca la importancia de que en las ciudades y, especialmente en los sectores rurales apartados como Quebrada de Talca, se brinde educación a quienes no pudieron terminar su escolaridad.
“Hasta acá vienen personas de mucho esfuerzo, que trabajan y que les cuesta mucho, pero que quieren ser mejores gracias al estudio. La oportunidad que se les brinda aquí es muy importante para ellos, porque logran desarrollar las habilidades y destrezas que traen desde antes, pero que, por diferentes razones, no pudieron concretar en los estudios de forma regular”, destaca el profesor.
La experiencia de la educación de jóvenes y adultos no sólo es positiva para los beneficiarios. También lo es para el personal docente.
Víctor González Silva, profesor de Matemáticas de la sede Quebrada de Talca, reconoce que, para él, “ha sido una experiencia maravillosa. Acá existen cosas que, en otros contextos, no se dan. De partida, el respeto de los estudiantes para con sus profesores y el apoyo que se brindan entre ellos mismos. En general, el ambiente en aula es maravilloso”.
Además, para González, la existencia de una sede de educación de adultos en el sector rural es vital para el desarrollo social de las personas y sus comunidades.
“Es muy importante, porque es el anhelo que ellos tienen. Sin esto, los egresados de octavo no tendrían otra alternativa que emigrar a la ciudad para terminar sus estudios. Por lo tanto, esta oportunidad que les brinda la Corporación Municipal es bastante buena”, afirma el docente.
MAS QUE UNA ESCUELA
En la localidad de El Romero también funciona una sede del CEIA Ester Villarreal. Allí estudian cerca de 60 alumnos, en su mayoría trabajadores del agro, minería e, incluso, dueñas de casa.
Patricia Balcazar es una de esas estudiantes. Como ella misma relata, llegó desde Antofagasta a cumplir una misión inconclusa. “Hace 43 años que dejé de estudiar. Hoy tengo cuatro hijos y 3 nietos, y ellos me incentivaron a terminar de estudiar”.
Su proceso de nivelación de estudios no sólo ha sido importante para ella en lo académico, sino también en lo emocional.
Hace un tiempo, admite, “entré en una depresión fuerte, pero esto me ha ayudado a salir de la casa, a compartir con otra gente y a relajarme un poco. He recibido apoyo de los profesores y de mis compañeros, de quienes jamás pensé que recibiría apoyo. Todo eso me ha hecho sentirme bien, porque estoy muy a gusto entre tanta gente joven. Ahora quiero terminar y hacer una carrera, porque todavía me encuentro joven para desarrollarme profesionalmente”.
LA EDUCACIÓN DE ADULTOS EN CIFRAS
El proyecto de Fortalecimiento de la Educación de Jóvenes y Adultos impulsado en 2013 por la Corporación Municipal Gabriel González Videla, permitió dar un salto cuantitativo y cualitativo en el sistema.
El aumento de cobertura, como asimismo la recuperación de la administración de la educación de adultos para soldados conscriptos del Regimiento de Infantería Nº 21 “Coquimbo”, implicó un importante incremento en la matrícula de estudiantes. De los cerca de 100 que había en 2012, el CEIA Ester Villarreal y sus nuevas sedes aumentaron a 1.100 la cantidad de alumnos.
Otro de los hitos de la gestión fue frenar la deserción escolar y mejorar la eficiencia administrativa.
Junto a la casa central, el CEIA Ester Villarreal cuenta con 8 sedes, cuatro de ellas instaladas en comunidades rurales.
Su personal está compuesto por 95 funcionarios, 78 de ellos docentes, más profesionales de apoyo y asistentes de la educación.
“Yo no sé leer y algo sé sumar. Pero para mí es muy importante aprender, porque soy dirigente social. Lo he sido muchas veces, pero quiero demostrarle a quienes me critican por no saber leer que sí puedo ser dirigente”, enfatiza la vecina.
Reconoce que, a su edad, no está en las mejores condiciones de salud para estudiar, pero recalca que no claudicará en su objetivo.
“Mi esposo, antes de fallecer, me dejó una meta: estudiar. Y aunque estoy muy enferma, he venido a la escuela, porque es una oportunidad maravillosa que se nos da. Acá mucha gente no la aprovecha, pero yo sí quiero”, aclara.
Como la señora María, en La Serena y en el país existen muchas personas que, por distintos motivos, no han terminado sus estudios regulares, lo que, además de implicar una merma en las posibilidades de crecimiento de las personas, aumenta la brecha de nuestro país en su camino hacia el desarrollo.
5 MILLONES
Las estimaciones más cercanas a la realidad apuntan a cifrar en más de 5 millones las personas que en Chile tienen sus estudios regulares inconclusos.
Según el director del Centro de Educación Integral de Adultos CEIA “Ester Villarreal”, de La Serena, Claudio Rivera Mancilla, las personas que no han completado sus 12 años de escolaridad sumarían, según el último CENSO, alrededor de 5 millones 200 mil.
Dicha cifra, advierte el director del CEIA, se sitúa dentro de los 8.300.000 individuos que, entre 15 y 63 años de edad, componen la masa laboral en Chile. En consecuencia, recalca Claudio Rivera, “tenemos más del 50% de la masa laboral chilena que no ha terminado su escolaridad”.
De ahí, enfatiza, la importancia que la educación de jóvenes y adultos reviste no sólo para las propias personas que la necesitan, sino también para el país y sus aspiraciones de alcanzar el desarrollo.
“Tenemos un desafío importante con esta modalidad educativa y con disminuir la brecha para sustentar un desarrollo armónico en el país”, señala Rivera.
En tal sentido, el director destaca el trabajo que La Serena está realizando, en cuanto a responsabilizarse por este sistema educativo.
“Creo que es muy importante lo que ha iniciado la nueva administración de la Corporación Municipal, en términos de asumir una responsabilidad pública, de Estado, en esta modalidad educativa que estaba en manos del sector privado”, opina.
La decisión política, destaca Rivera, “consistió en recuperar, como un derecho social, la garantía de calidad y de cobertura de esta modalidad educativa”.
COBERTURA Y CALIDAD
En 2013, y en respuesta a un sentido requerimiento de la comunidad, la administración municipal que lidera el alcalde Roberto Jacob Jure, y el secretario general de la Corporación Municipal Gabriel González Videla, Rodrigo Valenzuela Muñoz, pusieron en marcha un proyecto de Fortalecimiento de la Educación de Jóvenes y Adultos.
Partió en marzo del mismo año, con la creación, en una primera fase, de 7 sedes de cursos paralelos, ubicados en puntos estratégicos, tanto urbanos como rurales, de toda la comuna.
Una de esas nuevas sedes fue Quebrada de Talca, recinto hasta donde hoy llegan a estudiar, cada tarde y noche, más de 40 jóvenes y adultos.
Sergio Ortiz Olivares, coordinador de esta sede, destaca la importancia de que en las ciudades y, especialmente en los sectores rurales apartados como Quebrada de Talca, se brinde educación a quienes no pudieron terminar su escolaridad.
“Hasta acá vienen personas de mucho esfuerzo, que trabajan y que les cuesta mucho, pero que quieren ser mejores gracias al estudio. La oportunidad que se les brinda aquí es muy importante para ellos, porque logran desarrollar las habilidades y destrezas que traen desde antes, pero que, por diferentes razones, no pudieron concretar en los estudios de forma regular”, destaca el profesor.
La experiencia de la educación de jóvenes y adultos no sólo es positiva para los beneficiarios. También lo es para el personal docente.
Víctor González Silva, profesor de Matemáticas de la sede Quebrada de Talca, reconoce que, para él, “ha sido una experiencia maravillosa. Acá existen cosas que, en otros contextos, no se dan. De partida, el respeto de los estudiantes para con sus profesores y el apoyo que se brindan entre ellos mismos. En general, el ambiente en aula es maravilloso”.
Además, para González, la existencia de una sede de educación de adultos en el sector rural es vital para el desarrollo social de las personas y sus comunidades.
“Es muy importante, porque es el anhelo que ellos tienen. Sin esto, los egresados de octavo no tendrían otra alternativa que emigrar a la ciudad para terminar sus estudios. Por lo tanto, esta oportunidad que les brinda la Corporación Municipal es bastante buena”, afirma el docente.
MAS QUE UNA ESCUELA
En la localidad de El Romero también funciona una sede del CEIA Ester Villarreal. Allí estudian cerca de 60 alumnos, en su mayoría trabajadores del agro, minería e, incluso, dueñas de casa.
Patricia Balcazar es una de esas estudiantes. Como ella misma relata, llegó desde Antofagasta a cumplir una misión inconclusa. “Hace 43 años que dejé de estudiar. Hoy tengo cuatro hijos y 3 nietos, y ellos me incentivaron a terminar de estudiar”.
Su proceso de nivelación de estudios no sólo ha sido importante para ella en lo académico, sino también en lo emocional.
Hace un tiempo, admite, “entré en una depresión fuerte, pero esto me ha ayudado a salir de la casa, a compartir con otra gente y a relajarme un poco. He recibido apoyo de los profesores y de mis compañeros, de quienes jamás pensé que recibiría apoyo. Todo eso me ha hecho sentirme bien, porque estoy muy a gusto entre tanta gente joven. Ahora quiero terminar y hacer una carrera, porque todavía me encuentro joven para desarrollarme profesionalmente”.
LA EDUCACIÓN DE ADULTOS EN CIFRAS
El proyecto de Fortalecimiento de la Educación de Jóvenes y Adultos impulsado en 2013 por la Corporación Municipal Gabriel González Videla, permitió dar un salto cuantitativo y cualitativo en el sistema.
El aumento de cobertura, como asimismo la recuperación de la administración de la educación de adultos para soldados conscriptos del Regimiento de Infantería Nº 21 “Coquimbo”, implicó un importante incremento en la matrícula de estudiantes. De los cerca de 100 que había en 2012, el CEIA Ester Villarreal y sus nuevas sedes aumentaron a 1.100 la cantidad de alumnos.
Otro de los hitos de la gestión fue frenar la deserción escolar y mejorar la eficiencia administrativa.
Junto a la casa central, el CEIA Ester Villarreal cuenta con 8 sedes, cuatro de ellas instaladas en comunidades rurales.
Su personal está compuesto por 95 funcionarios, 78 de ellos docentes, más profesionales de apoyo y asistentes de la educación.
