Elizabeth Jara, encargada de la Unidad de Gestión Social, Integral e Inclusiva del Departamento de Educación Corporación Municipal Gabriel González Videla, cuenta. “Estamos muy contentos. El trabajo que desarrollamos con las redes de apoyo nos permite articular y colaborar en esta iniciativa, con mobiliario, material pedagógico, artículos escolares, porque la educación es un derecho. Además, hay situaciones académicas y sociales de niños que podemos ir regularizando, por tanto, asumimos un contacto permanente con los niños y niñas.”
La iniciativa de la escuelita gitana es de Nicole Casanga, chilena-gitana, que desde hace un tiempo comenzó a trabajar con los niños de la comunidad gitana. “Empecé primero enseñándoles valores cristianos, porque nosotros somos cristianos, enseñanza bíblica, pero los niños me empezaron a pedir que ellos querían aprender a leer y escribir.
Entonces yo estando aquí en el campamento, vi la realidad de este pueblo gitano, que hay muchas personas adultas que no saben leer, no saben escribir y que ellos quisieran aprender, es bonito. Entonces dije, si yo sé, ¿por qué no puedo enseñarles a los niños? Así que los niños están felices, están aprendiendo a escribir, a leer, son súper habilosos. Estamos muy contentos y agradecidos de la ayuda y apoyo”.
Pedro Valencia, encargado de la Delegación Municipal Las Compañías, explica. “Hemos colaborado con habilitar la iglesia que había, para que funcionara como “escuela” y junto a la Corporación Municipal conseguimos el mobiliario, como también material pedagógico y asesoría con la Unidad de Gestión del Departamento de Educación para regularizar la situación escolar de los niños y niñas”.
La iniciativa de la escuelita gitana es de Nicole Casanga, chilena-gitana, que desde hace un tiempo comenzó a trabajar con los niños de la comunidad gitana. “Empecé primero enseñándoles valores cristianos, porque nosotros somos cristianos, enseñanza bíblica, pero los niños me empezaron a pedir que ellos querían aprender a leer y escribir.
Entonces yo estando aquí en el campamento, vi la realidad de este pueblo gitano, que hay muchas personas adultas que no saben leer, no saben escribir y que ellos quisieran aprender, es bonito. Entonces dije, si yo sé, ¿por qué no puedo enseñarles a los niños? Así que los niños están felices, están aprendiendo a escribir, a leer, son súper habilosos. Estamos muy contentos y agradecidos de la ayuda y apoyo”.
Pedro Valencia, encargado de la Delegación Municipal Las Compañías, explica. “Hemos colaborado con habilitar la iglesia que había, para que funcionara como “escuela” y junto a la Corporación Municipal conseguimos el mobiliario, como también material pedagógico y asesoría con la Unidad de Gestión del Departamento de Educación para regularizar la situación escolar de los niños y niñas”.
