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Colegios unidocentes sueñan con aumentar su matrícula para asegurar su supervivencia

Siete establecimientos rurales conforman el Microcentro La Serena de la Corporación Municipal Gabriel González Videla. A la vez, forman parte del proyecto de innovación educativa Comunidades de Aprendizaje, donde soñar es fundamental para llevar a cabo el proceso de transformación.

📅 12/09/2019 Corporación Municipal La Serena
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Estudiantes, apoderados y docentes de los colegios La Laja, El Chacay, La Estrella, El Romeral, Almirante Latorre, Punta de Teatinos y Pelicana se reunieron en la Universidad Central para conocerse como comunidades con características afines, compartir y priorizar sus sueños.

El Sueño es una de las fases del proceso de transformación de un establecimiento para convertirse en una Comunidad de Aprendizaje, donde todos los agentes sociales (familiares, estudiantes, docentes, funcionarios y otros actores de las localidades) sueñan con la escuela que aspiran para el futuro.

“Resulta clave para las escuelas hacer el ejercicio de soñar, pues esto representa el primer paso para concretar una idea. Un sueño es una meta y si estamos hablando de una comunidad, acá tenemos una meta compartida en la que todos miramos hacia un mismo lugar y desplazamos nuestras energías para alcanzar aquello que es necesario”, señala José Miguel Valenzuela, coordinador de Territorio Coquimbo, equipo regional a cargo del proyecto.

En la actividad, los establecimientos educacionales multigrados, pudieron compartir sus experiencias respecto a este proceso, donde representaron los deseos de toda la comunidad educativa como un gran árbol en la que cada hoja es un sueño.

Finalmente, concluyeron en un gran anhelo en común: aumentar la matrícula para que la Educación Rural no desaparezca.

Esta problemática se debe principalmente a que los niños y niñas de los pueblos se trasladan junto a sus familias a las ciudades, donde hay mayores ofertas educativas y laborales. El problema de la sequía se acrecienta y esto incide directamente a la ganadería caprina –principal actividad económica de las zonas rurales- por lo que sus habitantes se ven afectados y han optado por emigrar a la ciudad. Como sucedió con el Colegio Los Corrales, que pertenecía al Microcentro y debió cerrarse por la ausencia de estudiantes.

Una de las comunidades que se manifiesta más preocupada al respecto es la del Colegio Almirante Latorre, ya que sus dos únicos alumnos están en 5to básico y el 2021 deben trasladarse a otro establecimiento para continuar su educación, por lo que si no se matriculan más estudiantes para el próximo año el colegio puede cerrarse.

“No hay recambio de niños en Almirante Latorre. La gente emigró a la ciudad producto de la sequía, ya que no hay fuente de trabajo. Tenemos un año para revertir esta situación o nuestra escuela puede cerrarse, al igual que ocurrió con Los Corrales, Condoriaco y Agua Grande”, señaló Roberto Rodríguez, profesor encargado del colegio.


Priorización de sueños

Todos los anhelos de los siete establecimientos fueron categorizados. A largo plazo, estaban los sueños de tener conexión a internet, mayor conectividad (mejores caminos y telefonía) y que la educación sea hasta 8º básico. Uno de los sueños a largo plazo más recurrentes entre los niños fue el poder tener piscina para refrescarse en los días de altas temperaturas.

A mediano plazo, soñaron en común con mejorar la infraestructura de los colegios y poder contar con una biblioteca, salas más amplias, mejor mobiliario y bodega.

Entre los sueños que pueden realizarse prontamente, estaban los juegos infantiles, talleres de manualidades e inglés, escuela para padres y huertos. También, que haya un compromiso con la comunidad y que esta sea más participativa y valore a sus colegios.

“Nos pareció una actividad muy interesante, porque pudimos ver las necesidades que tenemos en el colegio y poder compartir con otros establecimientos estas experiencias. Así pudimos ver que tenemos básicamente las mismas necesidades con los demás, por lo que también vimos qué podemos hacer al respecto y cómo podemos lograr nuestros sueños”, señaló Vanessa Órdenes, profesora encargada del Colegio La Estrella.

Por último, Carolyn Vásquez, apoderada del Colegio El Romeral, concluyó que “esto no se puede quedar solo en el papel, se tiene que hacer realidad y tiene que haber una gestión para que cumplamos los sueños de nuestra comunidad. Uno de nuestros sueños es poder llegar hasta 8º básico, para que los niños no tengan que trasladarse hacia la ciudad”.



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