Destacando el sello pedagógico y valórico de Gabriela Mistral, la comunidad educativa conmemoró un nuevo aniversario, enfocado en la reflexión y avances en materia de inclusión, y reinserción escolar. La anfitriona de la jornada, la directora Ester Balcazar Rojas, agradeció la participación del coordinador de la Unidad Curricular y Formativa del departamento de Educación, Luis Tabilo López; la encargada de Innovación y Gestión, Lucía Bolados Martínez; y el encargado de Procesos de Fiscalización en Educación, José De Bonis.
Durante la actividad, los estudiantes Mauricio Guevara, Macarena Rojas y Kristopher Cortés, de 5°, 6°, y 7° básico, fueron galardonados por practicar los valores mistralianos, que tienen relación con la superación, resilencia, y respeto por sus compañeros. Asimismo, la alumna declamó el poema “Corderito”, obra de la poetisa chilena; y Omar Rojas, de 8° básico, en representación del Centro de Alumnos, expresó un emotivo mensaje, de parte de la comunidad escolar.
Por su parte, los docentes realizaron una representación artística, del poema “Dancemos en tierra chilena”, de la premio nobel de literatura. Y Roquel Rocco Olivares, jefe técnico del establecimiento, dio unas emotivas palabras, en la memorable ocasión.
La presidenta del centro de Padres y Apoderados, Josefina Ortiz Milla, entregó su discurso a toda la comunidad educativa.
“He visto la realidad de cada colegio, porque tengo nietos, ahijados, en distintos establecimientos, y me ha dado cuenta que este colegio, tiene muchas carencias, los niños y niñas que se matriculan en el Darío Salas, necesitan mucho afecto y atención, entre otras cosas; vienen de familias vulnerables, pero siguen adelante igual”, señaló.
La directora Ester Balcazar, se refirió al sello del colegio, enfocado en el legado pedagógico mistraliano, quien fuese inspectora de dicho recinto educacional.
“Resurge, más firme que nunca, porque nuestros estudiantes tienen edades heterogéneas, en los distintos niveles, de 5° a 8° básico, lo que nos ha hecho más difícil el contexto. Pero, de acuerdo, a todos los cambios que emanan desde el ministerio de Educación, buscamos en nuestras raíces, y entendimos que teníamos que recuperar a Gabriela Mistral, quien trabajó en nuestro colegio, y que con poco, ella logró tanto, y nosotros estamos en las mismas condiciones, por lo que queremos plasmar sus mismos valores, en nuestros estudiantes”, explicó.
Mientras que, el coordinador del departamento de Educación, Luis Tabilo, en representación del secretario general de la Corporación Municipal, Patricio Bacho Chávez, entregó sus congratulaciones a los presentes.
“Nosotros como corporación, sabemos el trabajo que se viene forjando desde hace mucho tiempo en el Colegio Darío Salas, la verdad, es que rompimos algunos estigmas, respecto a la labor de este establecimiento, porque se realiza una labor muy importante, para poder educar y contener a los niños que llegan al establecimiento, de la deserción escolar, acá con los distintos proyectos y el compromiso de sus profesores, dan respuesta a esa necesidad a esta parte de la comunidad estudiantil”, dijo.
Nacimiento de un ejemplo de inclusión y reinserción social
El Colegio se crea en la función cooperadora educativa del estado en el año 1889, cuando se instala en el sector de la Compañía Baja, ante la necesidad de alfabetizar a los pequeños hijos de los vecinos del lugar, en ese entonces una comunidad en su mayoría rural. En 1966 se le denomina Escuela Superior Coeducacional n°18, posteriormente después del año 1975, lleva por nombre Escuela E-31, para finalmente, en homenaje al educador Darío Salas, denominarse con dicho nombre.
Durante la actividad, los estudiantes Mauricio Guevara, Macarena Rojas y Kristopher Cortés, de 5°, 6°, y 7° básico, fueron galardonados por practicar los valores mistralianos, que tienen relación con la superación, resilencia, y respeto por sus compañeros. Asimismo, la alumna declamó el poema “Corderito”, obra de la poetisa chilena; y Omar Rojas, de 8° básico, en representación del Centro de Alumnos, expresó un emotivo mensaje, de parte de la comunidad escolar.
Por su parte, los docentes realizaron una representación artística, del poema “Dancemos en tierra chilena”, de la premio nobel de literatura. Y Roquel Rocco Olivares, jefe técnico del establecimiento, dio unas emotivas palabras, en la memorable ocasión.
La presidenta del centro de Padres y Apoderados, Josefina Ortiz Milla, entregó su discurso a toda la comunidad educativa.
“He visto la realidad de cada colegio, porque tengo nietos, ahijados, en distintos establecimientos, y me ha dado cuenta que este colegio, tiene muchas carencias, los niños y niñas que se matriculan en el Darío Salas, necesitan mucho afecto y atención, entre otras cosas; vienen de familias vulnerables, pero siguen adelante igual”, señaló.
La directora Ester Balcazar, se refirió al sello del colegio, enfocado en el legado pedagógico mistraliano, quien fuese inspectora de dicho recinto educacional.
“Resurge, más firme que nunca, porque nuestros estudiantes tienen edades heterogéneas, en los distintos niveles, de 5° a 8° básico, lo que nos ha hecho más difícil el contexto. Pero, de acuerdo, a todos los cambios que emanan desde el ministerio de Educación, buscamos en nuestras raíces, y entendimos que teníamos que recuperar a Gabriela Mistral, quien trabajó en nuestro colegio, y que con poco, ella logró tanto, y nosotros estamos en las mismas condiciones, por lo que queremos plasmar sus mismos valores, en nuestros estudiantes”, explicó.
Mientras que, el coordinador del departamento de Educación, Luis Tabilo, en representación del secretario general de la Corporación Municipal, Patricio Bacho Chávez, entregó sus congratulaciones a los presentes.
“Nosotros como corporación, sabemos el trabajo que se viene forjando desde hace mucho tiempo en el Colegio Darío Salas, la verdad, es que rompimos algunos estigmas, respecto a la labor de este establecimiento, porque se realiza una labor muy importante, para poder educar y contener a los niños que llegan al establecimiento, de la deserción escolar, acá con los distintos proyectos y el compromiso de sus profesores, dan respuesta a esa necesidad a esta parte de la comunidad estudiantil”, dijo.
Nacimiento de un ejemplo de inclusión y reinserción social
El Colegio se crea en la función cooperadora educativa del estado en el año 1889, cuando se instala en el sector de la Compañía Baja, ante la necesidad de alfabetizar a los pequeños hijos de los vecinos del lugar, en ese entonces una comunidad en su mayoría rural. En 1966 se le denomina Escuela Superior Coeducacional n°18, posteriormente después del año 1975, lleva por nombre Escuela E-31, para finalmente, en homenaje al educador Darío Salas, denominarse con dicho nombre.
