Los testimonios impactan por sí solos. Personas que por años presentaron problemas derivados del abuso del consumo de alcohol y drogas, hoy, después de enfrentar con éxito un difícil proceso de abstinencia y de readaptación familiar, social y laboral, representan una gran motivación y señal de esperanza para quienes, en la actualidad, presentan similar problemática de adicción.
Dichos relatos son posibles de conocer en el Centro Athtripan de La Serena, establecimiento creado en 2008, bajo convenio entre el Servicio de Salud Coquimbo y el SENDA y administrado por la Corporación Municipal Gabriel González Videla, cuya misión es brindar atención médica y psicosocial gratuita a hombres y mujeres beneficiarios de FONASA, mayores de 20 años, que presentan consumo problemático de sustancias psicoactivas.
Uno de estos testimonios lo entrega “Felipe”, de 30 años, trabajador de la construcción que, durante sus primeros años de adultez, vivió la etapa más oscura de su existencia.
“Mi vida era muy desordenada, demasiado loca. Siempre quise a mi familia, pero les hacía mucho daño. Mi problema con el alcohol y las drogas se me fue de las manos”, relató.
Eso, hasta que tomó conciencia de que estaba perdiendo a su familia y, en especial, a su pequeña hija. “Eso fue lo que más me incentivó a salir de esto, porque quería verla crecer, estar siempre con ella”.
Fue entonces cuando supo de Athtripan y de su exitoso trabajo de rehabilitación. “Cuando llegué acá, me preguntaron qué es lo que buscaba. Les respondí: ser libre y feliz”.
Con orgullo y convicción afirma que, al cabo de unos meses, “lo conseguí y recuperé a mi familia. Hoy estoy feliz, llevo 2 años y cinco meses sin nada de alcohol o droga en el cuerpo (…) Acá encontré grandes terapeutas. Llegué pesando 58 kilos, casi yéndome a la cárcel, saliendo del hospital después que casi me mataran. Acá encontré una familia. Me protegieron cuando más lo necesitaba, hasta que empecé a salir solo de mi problema”.
APOYO FAMILIAR
Los familiares de los pacientes de Athtripan también juegan un rol preponderante en el proceso de rehabilitación.
Testimonios como el de “Edith”, tía de “Patricio” (36 años) también permiten dimensionar la importancia que este centro de tratamiento representa para las personas con problemas de adicción y para sus familias.
“Me da tristeza recordar, pues la vida de ‘Patricio’, antes de ingresar acá, era my complicada, era terrible. Su día a día era levantarse para beber y no dejar la copa durante todo el día. Nosotros como familia ya no podíamos compartir con él. Era muy insolente y agresivo. Los únicos que seguíamos acompañándolo éramos su mamá y yo. Era terrible”, insistió.
Hoy en cambio, y tras someterse al tratamiento motivado por un desesperado llamado de una tía enferma, la situación dio un vuelco en 180º.
“Para mí es una felicidad verlo cómo está ahora gracias a Athtripan. Ha sido como encontrar a una segunda familia. Nos acogen muy bien. Nos entienden. Nos involucran en el tratamiento. Hoy ‘Patricio’ está muy bien. No bebe hace 2 años, pero siempre con ayuda terapéutica por su irritación. Estar acá se lo recomiendo a cualquier persona que sea responsable con cumplir el tratamiento, porque hay muchos que llegan y parten por no tener la fuerza de voluntad para salir adelante”, admitió “Edith”.
“CUERPOS LIMPIOS”
En el marco de la celebración del Día de la Familia celebrado recientemente en el Centro Athtripan, su trabajadora social y coordinadora (s), Eugenia Núñez López, destacó el trabajo comprometido y profesional del personal que labora en la institución, conformado por un médico psiquiatra, una médico general, dos psicólogos, un técnico en rehabilitación, una trabajadora social y una técnico social.
Dispone de 20 plazas o cupos asignados por convenio, los cuales se encuentran cubiertos. No obstante, aclaró que “seguimos en el proceso de entrevistas de nuevos casos, porque esto es dinámico: hay personas que van entrando y otras saliendo”.
Respecto de la reconocida efectividad del trabajo de Athtripan, Eugenia Núñez afirmó que “todos tenemos mucha experiencia y logros. Uno de nuestros plus es el trabajo con la comunidad y las familias. Eso nos diferencia de otros centros. Por ejemplo, nosotros trabajamos con el modelo ecológico multifamiliar que también se ejecuta en la atención primaria de salud, pero acá lo modificamos para poder trabajar con personas en proceso de rehabilitación de adicciones y, además, realizamos las gestiones para que nuestros beneficiarios tuvieran una agrupación con personalidad jurídica”.
De esta forma nació “Cuerpos Limpios”, organización social sin fines de lucro que funciona al alero de Athtripan y que se ha adjudicado diversos proyectos, con los cuales han logrado reforzar sus estrategias de rehabilitación.
Dichos relatos son posibles de conocer en el Centro Athtripan de La Serena, establecimiento creado en 2008, bajo convenio entre el Servicio de Salud Coquimbo y el SENDA y administrado por la Corporación Municipal Gabriel González Videla, cuya misión es brindar atención médica y psicosocial gratuita a hombres y mujeres beneficiarios de FONASA, mayores de 20 años, que presentan consumo problemático de sustancias psicoactivas.
Uno de estos testimonios lo entrega “Felipe”, de 30 años, trabajador de la construcción que, durante sus primeros años de adultez, vivió la etapa más oscura de su existencia.
“Mi vida era muy desordenada, demasiado loca. Siempre quise a mi familia, pero les hacía mucho daño. Mi problema con el alcohol y las drogas se me fue de las manos”, relató.
Eso, hasta que tomó conciencia de que estaba perdiendo a su familia y, en especial, a su pequeña hija. “Eso fue lo que más me incentivó a salir de esto, porque quería verla crecer, estar siempre con ella”.
Fue entonces cuando supo de Athtripan y de su exitoso trabajo de rehabilitación. “Cuando llegué acá, me preguntaron qué es lo que buscaba. Les respondí: ser libre y feliz”.
Con orgullo y convicción afirma que, al cabo de unos meses, “lo conseguí y recuperé a mi familia. Hoy estoy feliz, llevo 2 años y cinco meses sin nada de alcohol o droga en el cuerpo (…) Acá encontré grandes terapeutas. Llegué pesando 58 kilos, casi yéndome a la cárcel, saliendo del hospital después que casi me mataran. Acá encontré una familia. Me protegieron cuando más lo necesitaba, hasta que empecé a salir solo de mi problema”.
APOYO FAMILIAR
Los familiares de los pacientes de Athtripan también juegan un rol preponderante en el proceso de rehabilitación.
Testimonios como el de “Edith”, tía de “Patricio” (36 años) también permiten dimensionar la importancia que este centro de tratamiento representa para las personas con problemas de adicción y para sus familias.
“Me da tristeza recordar, pues la vida de ‘Patricio’, antes de ingresar acá, era my complicada, era terrible. Su día a día era levantarse para beber y no dejar la copa durante todo el día. Nosotros como familia ya no podíamos compartir con él. Era muy insolente y agresivo. Los únicos que seguíamos acompañándolo éramos su mamá y yo. Era terrible”, insistió.
Hoy en cambio, y tras someterse al tratamiento motivado por un desesperado llamado de una tía enferma, la situación dio un vuelco en 180º.
“Para mí es una felicidad verlo cómo está ahora gracias a Athtripan. Ha sido como encontrar a una segunda familia. Nos acogen muy bien. Nos entienden. Nos involucran en el tratamiento. Hoy ‘Patricio’ está muy bien. No bebe hace 2 años, pero siempre con ayuda terapéutica por su irritación. Estar acá se lo recomiendo a cualquier persona que sea responsable con cumplir el tratamiento, porque hay muchos que llegan y parten por no tener la fuerza de voluntad para salir adelante”, admitió “Edith”.
“CUERPOS LIMPIOS”
En el marco de la celebración del Día de la Familia celebrado recientemente en el Centro Athtripan, su trabajadora social y coordinadora (s), Eugenia Núñez López, destacó el trabajo comprometido y profesional del personal que labora en la institución, conformado por un médico psiquiatra, una médico general, dos psicólogos, un técnico en rehabilitación, una trabajadora social y una técnico social.
Dispone de 20 plazas o cupos asignados por convenio, los cuales se encuentran cubiertos. No obstante, aclaró que “seguimos en el proceso de entrevistas de nuevos casos, porque esto es dinámico: hay personas que van entrando y otras saliendo”.
Respecto de la reconocida efectividad del trabajo de Athtripan, Eugenia Núñez afirmó que “todos tenemos mucha experiencia y logros. Uno de nuestros plus es el trabajo con la comunidad y las familias. Eso nos diferencia de otros centros. Por ejemplo, nosotros trabajamos con el modelo ecológico multifamiliar que también se ejecuta en la atención primaria de salud, pero acá lo modificamos para poder trabajar con personas en proceso de rehabilitación de adicciones y, además, realizamos las gestiones para que nuestros beneficiarios tuvieran una agrupación con personalidad jurídica”.
De esta forma nació “Cuerpos Limpios”, organización social sin fines de lucro que funciona al alero de Athtripan y que se ha adjudicado diversos proyectos, con los cuales han logrado reforzar sus estrategias de rehabilitación.
